Exprésate Desde Tu Libertad

viernes, 14 de septiembre de 2007

"Lugares"


¿Cómo conseguir diluirse hasta desaparecer de una etapa en la vida de alguien?

¿Cómo conseguir cerrar etapas dentro de nuestras vidas para dar lugar a nuevos horizontes?

¿Cómo lograrlo sin perderse por el camino y sin generar dolor y sufrimiento a nadie?

Es cierto que cuando uno tiene una relación especial con alguien, siempre tiende a "protrgerla" a cuidarla, a mimarla, incluso a sublimarla... Pero, ¿qué sucede cuando se deja que esta evolucione sin tomar las riendas de la misma? ¿Qué pasa si no se toman decisiones, si se deja que sucedan las cosas sin más, si solamente somos "marionetas" en el teatro de la vida diaria y nos limitamos a seguir los movimientos que nos dictan los hilos?

La verdad es que no estoy seguro; aunque creo que, muchas veces, nos ahorramos alguna decepción... Pero es tan cierto como que nos perdemos millones de posibilidades. Posibilidades de acertar, de disfrutar conscientemente, de equivocarnos, de corregir el rumbo, de decidir...

Suele ser muy fácil dejar la decisión pendiente o en manos de los demás, aduciendo que no nos importa o que nos dá igual, incluso que no podemos decidir en ese momento; aun así estamos posicionándonos en una "decisión", la de dejarlo correr con todo lo que ello conlleva. El principal problema es que luego no conseguimos averiguar qué debemos corregir. Si, podemos "echar las culpas" a los demás, al destino, a la situación... y aún así la única verdad es que los únicos responsables de la situación somos nosotros. Si no hacemos nada, ni el más mínimo intento, no pretendamos luego intentar "escurrir el bulto" echando balones fuera.

Es cierto, estoy en una etapa de crisis, he podido cometer muchos errores, y me quedarán errores por cometer. Y en la crisis estoy tratando de aprender y de convivir con mis sombras, mis fantasmas, mis miedos, y con la mayor de mis "discapacidades": la soledad.

No estoy orgulloso de todas las cosas que he hecho, y quizás podría haber hecho mejores cosas; pero no me arrepiento de haberlo hecho, porque incluso errando he conseguido aprender valiosas lecciones. De lo que sí me arrepiento es de no hacer las cosas que sentía que debía hacer, por no arriesgar, por no "mojarme", por mantenerme en mi "sospechosa neutralidad".

Quiero aprovechar para dar gracias a todas las personas que en algún momento me acompañaron en este viaje y ahora no se encuentran, porque todas me enseñaron algo valioso que, quizás, tardé en reconocer. Gracias a aquellas personas que siguen a mi lado "refrescándome" el sentido de vivir y que no dejan que me duerma en el camino y que siempre lo hacen con todo el amor del mundo. Gracias a las personas que me han marcado con su impronta, que no se puede decir que sea positiva o negativa, porque eso es una apreciación mía. En definitiva (copiando a Mercedes Sosa) gracias a la vida.

La verdad, no sé cómo se puede conseguir algo así, pero algo si tengo claro: debemos estar dispuestos a caminar, a encontrar nuevos lugares, nuevos horizontes, sin perdernos en el camino. Por lo pronto yo sé que mi lugar está aquí, viviendo esta vida con las personas que amo, que quiero... Y con las que no, también.

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