Exprésate Desde Tu Libertad

lunes, 30 de julio de 2007

Historia del hombre que en el alto cielo amó a una estrella y fue por ella abandonado.


Había robos pero no había ladrones en el valle del Cuzco. Los robos ocurrían durante la noche, en el huerto que tenía las mejores papas. El dueño vigilaba, toda la noche pasaba sin cerrar los ojos, pero en algún momento se le caían los párpados y en ese instantito desaparecían las papas dejando agujeros recién escarbados en los surcos.
Una noche, el hombre mintió. Se acostó a pata suelta, en medio del plantío, y roncando espiaba con un ojo. Y así pasaron las horas, y cuando no mucho faltaba para el amanecer, un violento resplandor lo hizo saltar.

El susto de tanta luz lo dejó ciego.

No eran ladrones: eran ladronas.

A manotazos consiguió atrapar a una. Las demás huyeron en ráfaga hacia el cielo y allá en lo alto quedaron, encendiendo el fin de la noche.

La estrella prisionera prometió devolver todas las papas, y suplicó:

- No me obligues a vivir en la tierra.

Pero él no la soltó. Cubrió con ropa de lana su luminosa desnudez y la encerró en su casa.

Al tiempo tuvieron un hijo que murió al nacer.

Y un atardecer en un descuido, la lumbrera escapó a las alturas. Gracias al cóndor, el hombre subió tras ella.

El hombre y el cóndor iban envejeciendo en la larga travesía, y tenían siglos de edad cuando el viaje culminó. Pero no bien llegaron, se sumergieron en el lago del tiempo, y nadaron, y emergieron jóvenes.

Y entonces él se lanzó a recorrer la resplandeciente bruma de la Vía Láctea. Y en la peregrinación, reconoció a su estrella. Y le suplicó que lo dejara estar.

En un escondite del cielo, vivieron juntos.

Cada atardecer, ella se iba con sus hermanas, a iluminar la noche del universo. Y cada amanecer volvía, y traía alimentos terrestres que encontraba deslizándose en los graneros del sol y de la luna..

Así fue lo que fue, hasta que ya no fue.

Una mañana la estrella no llegó, y nunca más llegó, y el hombre deambuló por la fría neblina del cielo, hambriento y solo, llamándola a gritos.

El cóndor lo devolvió a la tierra, y en la tierra murió de pena.

Nada alcanzó a contar. De su boca, que no abría ni para comer, no salió palabra. Quizás porque había quedado embobado, estrellado; o quizás porque presentía que aquí en la tierra tomarían su historia por evidente mentira o alucinación de un pobre mortal creyéndose dios en el trono del reino de la noche.

En cuanto a ella, los estrellólogos no coinciden. Hay quien dice que le desenamoró el amor y hay quien dice que no hay por qué llamar amor a lo que fue lástima o curiosidad.

Algunos sostienen que ella echó al hombre porque no quiso verlo morir. Según estos especialistas, las estrellas no entienden nuestra costumbre de vivir nada más que un ratito, y tampoco entienden nuestras ganas locas de subir al cielo: nada saben las estrellas del humano morir, pero sí saben que más allá de la nubes no puede la gente renacer en los hijos que tiene, ni en las papas que planta, ni en los amores que deja.

Otros opinan que fue un adiós obligado. El sol y la luna habrían advertido a la estrella que debía buscarse otra galaxia donde vivir con el intruso. Así, no se podría seguir: en cada pelea conyugal, el hombre envejecía cien años y ella quedaba completamente a oscuras. Es verdad que después, cuando los dos se perdonaban la estupidez de odiarse, él recuperaba el siglo gastado y ella multiplicaba su esplendor; pero la paz del firmamento no podía permitirse aquellos sobresaltos. Y fue entonces, al parecer, que los amos del cielo decidieron renunciar a las papas, que tanto les gustaban, y el camino hacia la tierra fue borrado por siempre jamás.

La estrella se arrepintió de haber obedecido la orden que la condenaba a la soledad. Así lo afirma un estudioso que se ha pasado la vida fotografiando a las estrellas fugaces. El está seguro, y dice tener pruebas,: las estrellas fugaces son todas iguales, por que todas son una. Esa única luz, errante y mojada, es la estrella que una vez conoció el peligro y la fiesta del abrazo humano, y se asustó y huyó y fue perseguida y encontrada. Desde entonces su cuerpo mudo, que por el hombre cantó, supo que había nacido para ser dos o ninguno: y ahora anda volando locamente, a través de la noche, en busca del perdido camino de este mundo.
Eduardo Galeano.

miércoles, 25 de julio de 2007


Muchos humanos admiran al delfín por su aspecto símpático, e inteligencia. Otros lo admiran por su sociabilidad y belleza. En definitiva, todo humano tiene algo de delfín.

Una pequeña reflexión matutina...


Es algo curioso, cada mañana podemos mirarnos al espejo y según lo que vemos o cómo nos sentimos. ponemos una cara con la que salimos a la calle. Pocas veces somos conscientes de que podemos decidir qué cara poner. Podemos preocuparnos por cómo nos irá el día, de aquiello que nos dijeron o de lo que no hicimos... y ya ponemos cara de pocos amigos, nos enfadamos y el día lo pasamos tratando de averiguar por qué estamos tan mal... Por otro lado podríamos sonreir delante del espejo, dar gracias por la oportunidad que se nos brinda cada día de mejorar y ayudarnos a nosotros mismos y a los demás y contagiar con nuestra sonrisa a todos los que nos rodean. Así pues les invito a dedicarse una sonrisa todas las mañanas y "alegrarse" el día queriendiose, valorándose y afrontándolo con esperanza.

martes, 17 de julio de 2007

Somos luz

Oscuridad se despide hoy ya viene el sol(sol,sol)
Clarito de luna va casi sin voz, (sol sol)
una llamita que quemara no se apagara (sol,sol)
Me guiña el ojo, me dice ven y yo allá voy
somos luz, somos luz, somos.. ( la oscuridad se despide hoy)
somos luz, somos luz, somos..(somos luz..)
somos luz, somos luz, somos..(y ahi en el sol)
somos luz, somos luz, somos..(somos oye)
La claridad me dice ya voy.
La sombra me mató mi voz,
sin ella estoy muda, se enfria, se enfria, se enfria el calor
Necesito el sol para cantar, necesito el sol para cantar,
me dice ven
Somos luz, somos luz, somos..(la oscuridad se despide hoy)
somos luz, somos, luz, somos..(somos luz)
somos luz, somos luz, somos..(aquíi en el sol)
somos luz,somos luz, somos somos oye
Se despide hoy, se despide hoy
como la Luz no pienses tomalalala y vences, tomala y vences
como la Luz no pienses tomalalala y vences, tomala y vences
tomalalaaa tomalalaa la luz, tomalalalala tu luz
somos luz, somos luz, somos..(somos luz)
somos luz, somos luz, somos..
somos luz, somos luz, somos..

lunes, 16 de julio de 2007

Muros.

Mi amigo dice que es enfermero, pero realmente es albañil: le gusta levantar muros, sobre todo entre él y la gente... Detrás de cada muro hay un amigo diferente... Su estrategia es siempre la misma: construye, se sienta en lo alto del muro y observa quién los puede saltar...

Un día puso un muro y diez amigos se lo tiraron... Inmediatamente construyó otro y los diez amigos se lo volvieron a tirar... Entonces construyó otro más y se sentó en lo alto, callado, a observar.

Un día levantó un muro más pequeño, pero de esos diez amigos uno se cansó y se sentó a esperar que el muro cayera solo... Aún sigue esperando... Él pensó que tampoco era tan grave, ¡aún le quedaban nueve!

Él construye muros y le jode que se los rompan... o tal vez no le fastidia tanto si con ello prueba que los puede construir y que los otros lo pueden tirar...

Un día puso un muro muy gordo y de los nueve
amigos, dos no pudieron pasar por el pequeño hueco que hicieron para atravesarlo... Los otros siete pasaron al otro lado y se encontraron con un nuevo muro y una liana para escalar... Uno que no sabía hacerlo se quedó atrás... De los seis que quedaban uno desistió en medio de un ataque de asma al encontrarse con un nuevo muro lleno de tierra que los otros cinco pasaron...

A veces, muy de cuando en cuando, sus amigos encontramos un camino entre tanto muro... Y él nos mira y se ríe, callado y en lo alto, mientras observa...

"Hermes".

Algo de Calamaro...

MEDIA VERÓNICA

Media verónica despierta
le molestó la luna por la ventana abierta.

Llegó una carta desde el frente el cántaro se rompe
y se secó la fuente.

Va a decidir qué hacer cuando despierte del todo y borrar con la mano lo que ayer escribió con el codo
habrá que ver
si la crónica verónica reacciona
la verónica mitad
tiene muy poca maldad
pero está cansada de esperar.

Media verónica está rota
no tiene muchos años pero le hicieron daño
rompió una lanza por la risa
pero no tiene prisa y se ríe muy poco.

No va a saber qué hacer cuando no sople más viento
no sabe distinguir el amor de cualquier sentimiento
quiere vivir
una vida diferente cada día
la verónica-mitad
está en la flor de la edad pero está cansada de esperar.

En la ventana hay una nota: el pájaro no vuela
tiene las alas rotas.

Media verónica lamenta
que el tiempo se consume y lo demás no cuenta.

La vida es una cárcel con las puertas abiertas
verónica escribió en la pared con la tripa revuelta
nada que ver
no habrá flores en la tumba del pasado
la verónica mitad dice siempre la verdad
pero está cansada de esperar.

domingo, 15 de julio de 2007

Fito...