Exprésate Desde Tu Libertad

miércoles, 27 de agosto de 2008

"Fabricando un Padre" (...añoranza)

En el taller más extraño y sublime conocido, se reunieron los grandes arquitectos, los afamados carpinteros y los mejores obreros celestiales que debían fabricar al padre perfecto:
-"Debe ser fuerte", comentó uno,
-"También, debe ser dulce", comentó otro experto.
-"Debe tener firmeza y mansedumbre: tiene que saber dar buenos consejos".
-"Debe ser justo en momentos decisivos, alegre y comprensivo en los momentos tiernos".
-"¿Como es posible --interrogó un obrero.-- poner tal cantidad de cosas en un solo cuerpo"? -"Es fácil", contestó el ingeniero. "Sólo tenemos que crear un hombre con la fuerza del hierro y que tenga corazón de caramelo".
Todos rieron ante la ocurrencia y se escucho una voz (era el Maestro, dueño del taller del cielo):
-"Veo que al fin comienzan --comentó sonriendo-- "No es fácil la tarea es cierto, pero no es imposible si ponen interés y amor en ello".
Y tomando en sus manos un puñado de tierra, comenzó a darle forma.
-"¿Tierra? --preguntó sorprendido uno de los arquitectos-- ¡Pensé que lo fabricaríamos de mármol, o marfíl o piedras preciosas!.
-"Este material es necesario para que sea humilde --le contestó el Maestro--
Y extendiendo su mano sacó de las estrellas oro y lo añadió a la masa.
-"Esto es para que en pruebas brille y se mantenga firme". Agregó a todo aquello, amor, sabiduría, le dio forma, le sopló de su aliento y cobró vida, pero... faltaba algo, pues en su pecho le quedaba un hueco.
-"¿Y qué pondrás ahí?" --preguntó uno de los obreros-.
Y abriendo su propio pecho, y ante los ojos asombrados de aquellos arquitectos, sacó su corazón, y le arancó un pedazo, y lo puso en el centro de aquel hueco.
Dos lágrimas salieron de sus ojos mientras volvía a su lugar su corazón ensangrentado.
-¿Por qué has hecho tal cosa?" --le interrogó un ángel obrero-- y aún sangrando, le contestó el Maestro:
-"Esto hará que me busque en momentos de angustia, que sea justo y recto, que perdone y corrija con paciencia, y sobre todo, que esté dispuesto aún al sacrificio por los suyos y que dirija a sus hijos con su ejemplo, por que al final de su largo trabajo, cuando haya terminado su tarea de padre allá en la tierra, regresará hasta mí. Y satisfecho por su buena labor, yo le daré un lugar aqui en mi reino. Le extenderé mi mano, descansará en mi pecho y tendrá Vida Eterna.
Pues yo también soy Padre y por él, por su bien, para otorgarle vida, me arranqué del corazón un pedazo de amor y lo puse en su pecho. Para que a mí regrese, guiado por la sangre que derramé por él en una cruz, para darle perdón, para mostrarle que aunque es duro ser padre, cuando extiendes tus brazos y perdonas, la recompensa es vida, gozo y amor eterno.


Autor Desconocido

jueves, 21 de agosto de 2008

El Silencio del Alma (...uno de tus reflejos)


En el silencio de tu alma se esconden los más bellos secretos de tu corazón.

El silencio no es la ausencia de sonidos, es un estado tranquilo en el que puedes oír lo que se mueve en tu interior con mayor claridad

En silencio se descubren maravillosas conversaciones que la palabra sería incapaz de pronunciar.

En el trabajo callado y tranquilo los dones de las personas se hacen visibles.

La palabra, cuando es clara y sincera, nos acerca a los demás, nos ayuda a darnos a conocer, nos muestra lo que los demás piensan y viven… el silencio es el mayor grado de comunicación que podemos conseguir con un ser humano.

Ábreme el cofre sagrado de tu silencio, comparte conmigo desde lo que eres, desde lo que vives, desde lo que lloras y desde donde te alegras…sin palabras.

Entraré de puntillas, sin hacer ruido, para no romper la hermosura que me ofreces a través de tu silencio...

El silencio es el mayor grado de comunicación.

jueves, 14 de agosto de 2008

Es por tí (...si, por tí).



Complices.

lunes, 11 de agosto de 2008

La taza vacía.

Según una vieja leyenda, un famoso guerrero, va de visita a la casa de un maestro Zen.
Al llegar se presenta a éste, contándole de todos los títulos y aprendizajes que ha obtenido en años de sacrificados y largos estudios.
Después de tan sesuda presentación, le explica que ha venido a verlo para que le enseñe los secretos del conocimiento Zen.
Por toda respuesta el maestro se limita a invitarlo a sentarse y ofrecerle una taza de té. Aparentemente distraído, sin dar muestras de mayor preocupación, el maestro vierte té en la taza del guerrero, y continúa vertiendo té aún después de que la taza está llena.
Consternado, el guerrero le advierte al maestro que la taza ya está llena, y que el té se escurre por la mesa.
El maestro le responde con tranquilidad "Exactamente señor. Usted ya viene con la taza llena, ¿cómo podría usted aprender algo? Ante la expresión incrédula del guerrero el maestro enfatizó: " A menos que su taza esté vacía, no podrá aprender nada".

domingo, 3 de agosto de 2008

I Was Made For Loving You - KISS